Lenguaje, lengua y habla en Saussure

El estudio del lenguaje comporta dos partes: la una, esencial, tiene por objeto la lengua, que es social en su esencia e independiente del individuo; este estudio es únicamente psíquico; la otra, secundaria, tiene por objeto la parte individual del lenguaje, es decir, el habla, incluida la fonación y es psicofísica.
El lenguaje tiene un lado individual y un lado social, y no se puede concebir el uno sin el otro. En cada instante el lenguaje implica a la vez un sistema establecido y una evolución; en cada momento es una institución actual y un producto del pasado.

Definición de la lengua según Saussure:

La lengua parece ser lo único susceptible de definición autónoma. La lengua no se confunde con el lenguaje: la lengua no es más que una determinada parte del lenguaje, aunque esencial. Es a la vez un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esta facultad en los individuos.
La lengua es “un tesoro depositado por la práctica del habla en los sujetos que pertenecen a una misma comunidad, un sistema gramatical virtualmente existente en cada cerebro, o, más exactamente, en los cerebros de un conjunto de individuos, pues la lengua no está completa en ninguno, no existe perfectamente más que en la masa. La lengua no es una función del sujeto del hablante, es el producto que el individuo registra pasivamente”. La lengua, distinta del habla, es un objeto que se puede estudiar separadamente. Ya no hablamos las lenguas muertas, pero podemos muy bien asimilarnos su organismo lingüístico. La ciencia de la lengua no sólo puede prescindir de otros elementos del lenguaje, sino que sólo es posible a condición de que esos otros elementos no se inmiscuyan.
Mientras que el lenguaje es heterogéneo, la lengua así delimitada es de naturaleza homogénea: es un sistema de signos en el que sólo es esencial la unión del sentido y de la imagen acústica.

Definición del habla según Saussure

El habla es un acto individual de la voluntad y de la inteligencia, en el cual conviene distinguir:

1. las combinaciones por las que el sujeto hablante utiliza el código de la lengua con miras a expresar su pensamiento personal

2°.el mecanismo psicofísico que le permite exteriorizar esas combinaciones

El habla es la suma de todo lo que las gentes dicen, y comprende:
a) combinaciones individuales, dependientes de la voluntad de los hablantes;
b) actos de fonación igualmente voluntarios, necesarios para ejecutar tales combinaciones.
No hay, pues, nada colectivo en el habla; sus manifestaciones son individuales y momentáneas. En ella no hay nada más que la suma de los casos particulares. Todo cuanto es diacrónico en la lengua solamente lo es por el habla; en el habla es donde se halla el germen de todos los cambios.

Relación entre lengua y habla según Saussure:
Ambos objetos están estrechamente ligados y se suponen recíprocamente: la lengua es necesaria para que el habla sea inteligible y produzca todos sus efectos; pero el habla es necesaria para que la lengua se establezca; históricamente, el hecho de habla precede siempre. El habla es la que hace evolucionar la lengua.
Hay, pues interdependencia de lengua y habla, aquélla es a la vez el instrumento y el producto de ésta. Pero eso no les impide ser dos cosas absolutamente distintas. Se puede en rigor conservar el nombre de lingüística para cada una de esas dos disciplinas y hablar de una lingüística propiamente dicha, esa cuyo objeto único es la lengua.


Referencia:

Estudio de Coseriu: “Sistema, norma y habla”, en: E. Coseriu: Teoría del lenguaje y lingüística general. Madrid 1967, p. 11-113.

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